Algo muy grave va a suceder en este
pueblo
Gabriel García Márquez (Novelista colombiano, premio Nobel de
Literatura en 1982 y uno de los grandes maestros de la literatura universal.
Gabriel García Márquez fue la figura fundamental del llamado Boom de la literatura
hispanoamericana, fenómeno editorial que, en la década de 1960, dio proyección
mundial a las últimas hornadas de narradores del continente).
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora
vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el
desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le
pasa y ella les responde:
-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo
muy grave va a sucederle a este pueblo.
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos
de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en
que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
-Te apuesto un peso a que no la haces.
Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace.
Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla.
Contesta:
-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa
que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este
pueblo.
Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a
su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz
con su peso, dice:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque
es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima
estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy
grave va a suceder en este pueblo.
Entonces le dice su madre:
-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a
veces salen.
La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al
carnicero:
-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están
cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a
pasar y lo mejor es estar preparado.
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a
comprar una libra de carne, le dice:
-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo
muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.
Entonces la vieja responde:
-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras.
Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento,
diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende
toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el
pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto,
a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían
instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si
tocaban al sol se les caían a pedazos.)
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto
calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un
pajarito y se corre la voz:
-Hay un pajarito en la plaza.
Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del
pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una
carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta
el momento en que dicen:
-Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos.
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan
las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:
-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de
nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de
guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:
-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que
estaba loca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario